El retiro ha sido una gran experiencia. El enclave de la casa una maravilla, con vistas al mar y una bajada directa a la cala. El retiro combinó con acierto clases de yoga por la mañana y por la tarde con unas caminatas estupendas (el sábado por la costa y el domingo siguiendo el cauce de un río). Pero sin duda lo mejor del retiro ha sido su instructor y guía Antonio. Hemos aprendido mucho de la práctica de yoga, corregido vicios y disfrutado mucho de las respiraciones y posturas con vistas al mar. Antonio nos ha acompañado estos días con su buen humor, energía y sonrisa siempre presente. Ha estado muy pendiente de que estuviese todo bien, cuidando cada detalle. La comida muy rica también, muy sano todo y adaptado a una de nosotras que es vegana.